domingo, 30 de abril de 2017

Hacer pan

Ahora que estoy aprendiendo a hacer pan me doy cuenta de su significado espiritual. Cuatro ingredientes son necesarios para hacer pan: harina, agua, levadura y sal. Cada uno de ellos tiene su significado a nivel espiritual. La harina representa a los seres humanos, el agua la pureza y limpieza de corazón; la levadura la palabra de Dios y la sal Su gracia. Cuando los seres humanos (la harina) reciben la palabra de Dios (la levadura) y Su gracia (la sal) con el corazón limpio (el agua), dejan de ser simple harina para convertirse en masa que se deja trabajar por las manos de aquel que conoce su oficio. De esta forma agua, harina, levadura y sal dejan de estar separadas y se convierten en una sola cosa. Pero aún no está hecho el pan, todavía le falta un ingrediente, el calor. Este calor es el Amor de Dios y es el que hace que la masa se eleve y se convierta en pan  tierno y oloroso.

viernes, 7 de abril de 2017

No hay separación

Ser es sencillo
no tengo que hacer nada
basta confiar


No estamos separados unos de otros; la separación y el aislamiento son una creación de nuestras mentes y tienen su fundamento en ideas equivocadas. No es cierto que estemos separados, todos formamos parte de una misma cosa y compartimos un mismo ser y una conciencia únicas. Ese ser y esa conciencia única es la fuente del amor y de todo lo bueno, por eso el amor y la bondad nos hacen felices, mientras que sus opuestos nos roban la felicidad. Lo extraordinario es que no tenemos que hacer nada para alcanzar esto, nos basta con ser lo que somos, pero hemos ocultado nuestro verdadero ser detrás de la falsa idea de que somos independientes y capaces de algo por nosotros mismos, de tal forma que en lugar de no hacer nada, lo que hacemos es impedir con falsas ideas que nuestro verdadero ser se manifieste. Cuando nos dejamos ser confiando en el ser que somos y desechando la falsa idea de la separación y la independencia dejamos de ver al mundo a un lado y a nosotros a otro, entonces empezamos a sentirnos parte de un todo que nos hace plenos y los sentimientos de soledad, de vulnerabilidad, de pobreza y necesidad desaparecen para dar paso a un sentimiento de unión que nos completa y nos llena de amor hacia todo. No hay ninguna persona que no merezca ser amada, todos somos lo mismo, seres plenos capaces de dar y recibir amor. El amor no posee, da. Puedo amar a todos los que se cruzan conmigo sin necesidad de pararlos y tratar de convencerlos de que se dejen amar por mí. El amor no espera recibir nada, solo se da; y es así porque su ser es darse. El amor que busca posesión no es amor, tan solo es afirmación de mí como alguien que ha olvidado su verdadero ser y se ha refugiado tras los muros que su incomprensión han levantado. Cuando puedo amar sin esperar nada es signo de que he rechazado las falsas ideas y me he abierto a la verdad del ser que soy. Si puedo conseguir esto no es porque yo sea especial sino todo lo contrario es porque he recuperado mi verdadero ser, el que comparto con todas mis hermanas y hermanos en la vida. No es difícil alcanzar esto, lo difícil es ocultarlo, y eso es lo que hemos venido haciendo hasta ahora con grandes esfuerzos y sufrimientos, los que conlleva creer y vivir conforme a ideas falsas.

El verdadero amor acoge todo lo que llega y deja marchar lo que se va cuando llega la hora sin tratar de retenerlo. No desea la separación, pero tampoco se resiste a ella cuando llega el momento. Son solo los cuerpos los que se separan; en lo que es real no hay lugar para la separación.