Comienza el año y descubro con
asombro, a pesar de no ser la primera vez que me ocurre ni probablemente la
última, que algo que creía saber, en realidad no sólo no lo sabía, sino que
andaba completamente perdido. Y ese algo es el sentido del humor, que como
prácticamente todo el mundo, yo creía tener claro lo que es, pero que según
ahora descubro no solo no es lo que yo creía que era, sino que no es ni
parecido. En fin, que se me ha abierto una ventanita por la que ahora entra algo
de luz donde antes había mucha oscuridad. Y esta ventanita la ha abierto Fidel
Delgado, el autodenominado “Titiripeuta”, a quien ya considero amigo y maestro. Muy
recomendable porque ofrece una nueva, lúcida y refrescante visión de
la vida. Un regalo de Reyes, que no me esperaba y que me ha hecho muchísima ilusión.