martes, 11 de agosto de 2015

La hora más oscura



Dicen que la hora más oscura es la que precede al alba. Pudiera ser que ahora nos encontrásemos en un momento semejante a ese. Y es que esta hora que vivimos es realmente oscura. Los hombres han olvidado lo que importa y en su mayoría carecen de un centro que les permita situar en el lugar correcto todo lo que pertenece a la periferia. Han olvidado que el pecado existe porque ellos lo inventaron  y por tanto parecen ignorar que consiste en tomar la parte por el todo; de tal forma que piensan que el hombre es el todo y esto les ha conducido a atribuirse un lugar que no les corresponde. Es por eso que tratan a la Madre Tierra como si fuese un objeto de su propiedad; la utilizan como mercancía que puede comprarse y venderse; y lo mismo hacen con todos los seres que la habitan, incluso con sus propios hermanos.


Pero en medio de la oscuridad, allá lejos, en el horizonte, ya se adivina el alba, y en algún lugar el mirlo entona su canto anunciando el amanecer de un nuevo día. El día y la noche forman parte de la realidad que vivimos. Ambos son necesarios y uno no puede ser sin el otro, por eso es bueno dar gracias por ambos y no olvidar nunca que tras la noche viene el día.